Reflectancia espectral
Al hablar de una superficie, la curva de distribución espectral de la luz reflejada. Es especialmente útil ponerla en comparación con la curva de la luz incidente.
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Al hablar de una superficie, la curva de distribución espectral de la luz reflejada. Es especialmente útil ponerla en comparación con la curva de la luz incidente.
La saturación se relaciona con la cantidad de distintas longitudes de onda que componen una fuente luminosa. Una luz o sensación de color tendrán menos será menos saturación cuantos menos componentes igualados de colores primarios tenga. A mayor cantidad de longitudes de onda que puedan actuar como tres colores primarios para el ojo humano, menos saturación tendrá ese color.
De este modo, una luz compuesta sólo por una mezcla igualada de longitudes de onda óptimas para nuestros tres tipos de conos se percibirá como blanco o gris (dependiendo de la intensidad). Por el contrario, si de esa misma luz se quitan las longitudes de onda óptimas para el azul, la luz se percibirá como un amarillo muy saturado (mezcla de luz roja y verde en la sintesis aditiva).
Cuantas más longitudes de onda componen una luz, más probabilidades hay de que sea un color menos saturado (ya que es más probable que haya más longitudes de onda que actúen como tres primarios igualados). Por el contrario, cuantas menos longitudes de onda compongan una luz, más fácil es que se trate de un color saturado.
Es importante tener en cuenta que, a igual composición espectral, se percibirá como más saturada aquella que tenga mayor intensidad, ya que la cantidad de energía luminosa influye sobre la saturación percibida.
En algunas descripciones colorimétricas, como el espacio de color CIELCH, la saturación y la cromaticidad son sinónimos.
Cualquier dispositivo cuyo fin es recibir estímulos y transformarlos en información. El ojo es un sensor que recoge estímulos electromagnéticos, por ejemplo.
Un modelo y sistema de formación del color en el que los colores se forman añadiendo luces con distintas longitudes de onda. La suma (adición) de luces es la que forma el color. También se llama "mezcla aditiva (del color)". El modelo contrario (o, más bien, complementario) de formación del color, es la mezcla o síntesis sustractiva del color.
En las mezclas aditivas habituales, como la que se realiza en las pantallas de los televisores y ordenadores, los tres colores con los que se realiza la mezcla aditiva son rojo, verde y azul, aunque podrían ser otros pero son los que dan un juego razonablemente más amplio.
Por su propia naturaleza de acumulación de distintas longitudes de onda, La síntesis aditiva sólo se puede realizar con luces emitidas.
Un modelo y sistema de formación del color en el que los colores se forman eliminando longitudes de onda de las luces transmitidas o reflejadas. También se llama "mezcla sustractiva (del color)". El modelo contrario (o, más bien, complementario) de formación del color, es la mezcla o síntesis aditiva del color.
En las mezclas sustractivas industriales, como la imprenta, se utilizan tres colores primarios básicos (cian, magenta y amarillo) y uno de apoyo especial (negro). Sin embargo, en la vida normal las mezclas sustractivas mediante pigmentos son la mayoría y los colores usados son innumerables.
Por su naturaleza, las mezclar de color sustractivas se pueden realizar con pigmentos, que hacen que los materiales sólo reflejen determinadas longitudes de onda, o mediante luz y filtros transparentes que, como ocurre en las vidrieras de las iglesias, sólo dejan pasar algunas longitudes de onda. Las mezclas del primer tipo, mediante tintas, pinturas y pigmentos de todo tipo, son las más usuales pero es un error creer que cualquier luz de color se produce por una mezcla aditiva, cuando lo más usual es que sea luz filtrada; es decir: Proveniente de una mezcla sustractiva.
La síntesis sustractiva del color es la base del color en el arte tradicional, como la pintura, la fotografía o el dibujo.
En colorimetría, la temperatura de color es una forma simplificada de medir la tonalidad dominante de una fuente de luz que se percibe como blanca. La temperatura de color es un número que se expresa en Kelvin —una escala para medir la temperatura de uso corriente en los ámbitos científicos—.
Del mismo modo que un metal calentado se pone de color rojo, números de temperatura de color relativamente bajos indican luces rojizas, mientras que números más altos expresan iluminaciones con un tono blanco azulado. Así, una bombilla incandescente tradicional puede tener una temperatura de color de unos 3.000, mientras que las luces azuladas apropiadas para algunos acuarios pueden fácilmente tener unos 10.000 K.
Los números de la temperatura de color indican la temperatura en Kelvin que debe alcanzar lo que se conoce como un cuerpo negro para emitir una radiación luminosa que coincida con esa cifra. Eso quiere decir, por ejemplo, que ese cuerpo calentado a una temperatura de 6.500 K emitirá una luz de una tonalidad blanco azulada similar a la iluminación del sol a mediodía en el hemisferio norte. Por eso, decimos que ese tono de blanco azulado tiene una temperatura de color de 6.500 K.
Por extensión, en fotografía analógica, la temperatura de color indica la tonalidad —más cálida o más fría— de la luz blanca ideal que se debe usar para tomar una fotografía con una película.
Así, una película pensada para fotografías de interior tiene una temperatura de color de 3.200 K, porque esa es la temperatura media de una iluminación en interior con bombillas tradicionales. Si se usa así, las escenas aparecerán correctamente iluminadas, pero si se usan en exteriores, las escenas parecerán muy azuladas. Por el contrario, si se fotografía una escena de interior con una película de exteriores, las fotografías aparecerán amarillentas.
En fotografía digital, se usa el llamado ajuste o equilibrio de blancos para determinar cuál es la temperatura de color de la escena y ajustar la sensibilidad de los sensores adecuadamente. Si no se hace, es fácil que ocurra lo mismo que describíamos más arriba.
A pesar de su apariencia, describir fuentes de luz con una temperatura de color es un procedimiento no demasiado preciso, ya que varias fuentes con una misma temperatura de color pueden tener una distribución espectral muy distinta y por tanto tener efectos distintos sobre lo que iluminan. Eso es especialmente cierto en el caso de tubos fluorescentes o LED, que tienen una composición espectral distinta a las lámparas incandescentes.
Por eso, actualmente en la descripción de fuentes de iluminación también se usa el llamado índice de reproducción cromática (CRI) y no sólo la temperatura de color.
Científico inglés de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX fundamental en el estudio de la luz y el color. Puso las bases de la llamada "Teoría Young–Helmholtz", que establece que la percepción del color es tricrómica; es decir, que se basa en la existencia de tres tipos de sensores en el ojo humano y que las señales se mezclan en el cerebro para formar la visión en colores.
Además, Young demostró la naturaleza ondulatoria de las luz (y en consecuencia, de las demás emisiones electromagnéticas).
En artes gráficas, una serie de parches de color y tramas diversas ordenadas en forma de tira, que se coloca en los documentos para controlar la calidad de los impresos resultantes. Las tiras de control se sitúan en las zonas marginales de los papeles para que una vez recortados los documentos no se vean o no molesten (cuando son muy pequeñas).
Las tiras de control suelen estar estandarizadas y las principales organizaciones de impresores (Fogra, SWOP, etc.) proporcionan la suya.
También se denomina "Tira de prueba" o "Tira de color".
Sinónimo de "Margen de error".
Este término tiene varios usos. El primero es simplemente como sinónimo de "color" ("un tono rojo, un tono rosado, un tono apagado, etc."). En este sentido, también se usa a veces "tono" como sinónimo de "matiz" (tint) de un color (es decir, el uso rebajado o parcial de colorantes concretos).
De forma más técnica, el tono es uno de los atributos de la percepción del color (junto con la luminosidad y la saturación) que describe el predominio (mayor o menor) de alguna longitud de onda asociada con un color espectral (con la excepción de los tonos púrpuras, que no son espectrales).
Por ejemplo, en el espacio de color L*C*h*, el tono (hue) es el eje con el que se describe ese atributo y se expresa en grados angulares de un círculo completo (de 0º a de 360º grados). En ese sentido, podemos hablar de un tono rojizo si describimos un color donde el eje h* tiene "0º
", mientras que dijésemos que el tono es verdoso, estaríamos describiendo un valor h* cercano a los "180º
".