Coeficiente de 0 a 100 establecido por la CIE para describir la fidelidad con la que una fuente de luz es similar a un iluminante estándar de acuerdo a la curva de distribución espectral de éste, a mayor coeficiente, mayor fidelidad. Dicho en lenguaje común: Nota con la que se evalua la calidad de una luz. A mayor puntuación, más calidad.
El CRI hace siempre referencia a un iluminante CIE por su temperatura de color. En las lámparas o tubos fluorescentes comerciales, la temperatura de color y el CRI correspondiente se suelen mencionar en la denominación del producto mediante un número de tres cifras, en el que la primera es el CRI redondeado y las otras dos, el comienzo de la temperatura de color; así, por ejemplo, un tubo fluorescente llamado "Master TL-D 90 De Luxe 36W/940", tiene 36W de potencia, un CRI de 90 (de hecho: 91) y una temperatura de color de 4.000 K (blanco cálido). Un producto similar numerado 950 tendrá un CRI de 90 o superior y una temperatura de color de 5.000 K.
Los tubos flurorescentes de calidad baja pueden tener un CRI de 60 o 50. Aunque el CRI ideal es de 100, un valor superior a 90 se suele considerar suficiente para trabajos en artes gráficas (de hecho así se especifica en la norma ISO 3664, el estándar internacional para la iluminación en artes gráficas y fotografía).
El CRI se calcula evaluando la diferencia colorimétrica que se obtiene al iluminar varios colores CIE concretos y los valores de referencia de esos mismos colores bajo un iluminante concreto. A mayor diferencia, menor CRI —menor calidad de la fuente de iluminación—. Los valores de color originales son catorce colores descritos en las primeras ediciones del Atlas de color de Munsell. En versiones posteriores del cálculo del CRI —que están en discusión—, los colores de referencia son diez tonos.
La precisión del CRI tiene algunos problemas y por eso, algunos expertos proponen el uso de índices de evaluación alternativos.