Tóner

Polvo microscópico de distintos colores, que se usa como tinta para imprimir en las fotocopiadoras e impresoras láser.

Suele presentarse en cartuchos de un único color (tóner magenta, tóner negro, etc…).
Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
Gustavo Sánchez Muñoz (Gusgsm), 2025
Polvo microscópico de distintos colores, que se usa como tinta para imprimir en las fotocopiadoras e impresoras láser.
Suele presentarse en cartuchos de un único color (tóner magenta, tóner negro, etc…).
Trozos de textos (o imágenes o cualquier otra cosa) que se usan en diseño gráfico e imprenta de forma continuada; por ejemplo: Avisos legales, firmas de fotografía, logotipos de material reciclado, etc. Se suelen conservar en lugares accesibles para su uso repetitivo.
También se llama "fijo" o "repite".
La luz o radiación ultravioleta es aquella zona del espectro electromagnético cuya longitud de onda se sitúa entre los 100 y los 400 nanómetros. El ojo humano no es capaz de percibirla, pero se la suele llamar 'luz' por tener una parte al borde del espectro visible. Muchos animales e instrumentos de medición óptica sí son capaces de percibirla.
Se divide en cuatro zonas, de mayor a menor longitud de onda:
UV-A: Es la zona de longitud de onda más amplia, entre los 400 y los 315 nanómetros. Debido a la barrera que supone la atmósfera, que bloquea a mayoría de las otras franjas del ultravioleta, ésta es la mayoría de la radiación ultravioleta que llega hasta la superficie (cerca del 95%). Su riesgo, comparado con las otras franjas del ultravioleta, es bastante reducido (aunque no inexistente).
A esta zona pertenece la llamada "luz negra". También es la zona en la que trabajan los blanqueadores ópticos del papel y tejidos.
Este tipo de radiación ultravioleta se usa en imprenta para fijar la posición de algunos barnices y tintas fotosensibles activando su polimerización (aunque algunas aplicaciones más antiguas usan también otras franjas de UV).
UV-C: Es la zona ultravioleta de longitud de onda entre los 280 y los 200 nanómetros. La capa de ozono atmosférica los absorbe casi por completo.
Se usa en lámparas especiales como germicida y esterilizador (es extremadamente dañina para los tejidos vivos).
También se usan las siglas UV o UVI.
Al hablar de imágenes digitales, la resolución suficiente para su óptima reproducción. Es un concepto relativo ya que depende del tamaño al que se pretende reproducir una imagen. Una imagen es de baja resolución si se quiere reproducir muy grande y es de alta resolución si su tamaño de reproducción es pequeño.
En imprenta, la idea básica, es que haya como mínimo un píxel por punto de trama al habla de tramas ordenadas (más allá de dos píxeles por punto de trama es innecesario y se desperdicia memoria y capacidad de procesamiento).
Según esto, la cantidad máxima de píxeles necesarios por puntos de trama es la lineatura dispuesta en ángulo de 45º, que coincide habitualmente con la trama del negro. Como la diagonal de un cuadrado es el valor de un lado multiplicado por la raiz cuadrada de dos, eso quiere decir que la resolución necesaria será la lineatura multiplicada por 1,41 (o 1,5 redondeando mucho).
Así, por ejemplo, una lineatura de 150 lpi necesita imágenes de unos 220 ppp (150 × 1,41 = 211 y 150 × 1,5 = 225).
El problema es que esos valores son muy ajustados y, si hace falta ampliar una imagen algo más, los datos empezarán a ser insuficientes. Por eso es costumbre pedir algo más de la resolución necesaria, para tener margen.
En la imagen superior se puede ver un ejemplo más concreto: Una imagen de 10 cm de lado que tiene 100 ppp de resolución. Si queremos imprimirla con una lineatura de 150 lpp, ¿cuál será el tamaño máximo al que podremos ponerla? (es decir: ¿Hasta qué tamaño podemos considerarla de alta resolución?).
Respuesta: Si la imagen tiene 100 ppp y 4 pulgadas de tamaño (unos 10 cm.), hay unos 400 píxeles de lado. Si la lineatura deseada es 150 lpp, la resolución óptima mínima es 211 ppp. Si dividimos los píxeles disponibles (400) por los píxeles necesarios (211), eso nos da la distancia disponible para cubrir; es decir: 1,8 pulgadas (unos 4,5 cm.).
Lo dicho más arriba se aplica para las imágenes de más de 1 bit. Para las imágenes de 1 bit o "de línea", la resolución óptima está entre 800 ppp y 1.200 ppp al 100% de tamaño deseado.
Así, por ejemplo, una imagen de línea de 2.000 ppp y 2,5 cm de tamaño (una pulgada aprox.) puede reproducir como alta resolución (800 ppp) hasta a un máximo de dos pulgadas y media (unos 6,35 cm.).
Cualquier valor por encima de los valores calculados aquí son sólo derroche de tiempo de proceso que no resultan en mejor calidad.
En fotografía analógica, el equivalente de alta resolución era "alta definición", expresión que se usaba para imágenes que contenían un gran nivel de detalle. Obviamente esta es una apreciación relativa que depende del detalle usual en un tipo de fotografías dado.
Las aguatintas son un conjunto de técnicas de grabado artístico en bajorrelieve basadas en el uso de máscaras sobre una plancha metálica recubierta previamente por un barnizado poroso y granulado de resinas o sustancias similares a la que se somete a diferentes ataques o mordidos con ácidos para lograr el dibujo deseado. En las zonas mordidas se forman huecos que aceptan la tinta, que se transfiere al papel por contacto directo.
Una aguatinta se hace sobre una plancha de metal (usualmente cobre). Es fundamental que esa plancha esté bien pulida, limpia y sin restos de grasa.
La plancha se cubre con una sustancia resinosa en forma de polvo muy fino. La esencia para lograr un buen resultado es que el polvo debe ser muy fino y debe repartirse de forma igualada por toda la plancha. Usualmente esto se hace introduciendo la plancha en una caja llena de polvo en suspensión durante un tiempo muy determinado.
Sin tocar la superficie espolvoreada, la plancha se calienta lo suficiente para que las micropartículas de polvo se adhieran a la plancha.
El resultado es una plancha recubierta de resina de forma parecida a una lija de grano muy fino, donde las motas dejan muy reducidos espacios de metal al descubierto. El acabado puede recordar a una trama estocástica de preimpresión.
La plancha se cubre entonces en algunas zonas con un barniz o lápiz graso enmascarador. La idea es que aquello que se enmascara será más claro en el grabado final que lo que no se cubre (en cierto modo es una imagen en negativo), que será más oscuro por tener más tinta.
Una vez terminado el dibujo, la plancha se baña en un ácido que ataca o muerde las superficies metálicas mientras que no afecta a las zonas enmascaradas o recubiertas de resina. El ataque del ácido produce huecos en el metal. Cuanto más tiempo esté la plancha sometida al ácido, más profundos serán esos huecos.
Cuando el grabador considera que el ácido ha mordido lo suficiente, la plancha se lava para parar la acción del ácido y eliminar el barniz enmascarador y la resina aplicada al principio. El resultado es una plancha con zonas llenas de pequeños orificios, a modo de poros.
Si se aplica la tinta apropiada a la plancha y ésta se presiona sobre un papel, se obtiene un grabado con zonas de suaves tonos igualados que pueden recordar si se han realizado adecuadamente a las acuarelas (esa era la intención de los primeros grabadores al aguatinta).
En general, lo que se hace es un proceso de mordido y reserva por etapas sucesivas: Las zonas que se quieren conservar más claras (menos mordidas) se protegen antes, se somete la plancha a un mordido por un tiempo (por ejemplo, un minuto) y se detiene la acción del ácido con un lavado. A continuación, se hace otra reserva y se procede a un mordido del mismo tiempo, etc. Si este proceso se repite, por ejemplo, cuatro veces, las zonas que se hayan dejado sin proteger al final habrán sufrido el desgaste del ácido cuatro minutos; las sombras grises, tres minutos, etc.
Esta capacidad de hacer sombreados por zonas progresivo hace que el aguatinta se combine a menudo con las técnicas de grabado con buril o aguafuerte, que permiten grabar líneas definidas.
Variante de aguatintas son las llamadas al azúcar, donde el polvo resinoso se sustituye por azúcar o las aguatintas al azufre, los litográficos y algunas otras técnicas.
En todas ellas, el control del tiempo (de espolvoreado, mordido, etc.) es fundamental y requiere mucha finura en el tratamiento de los materiales.
El aguatinta se desarrolló a partir del siglo XVII y entre los artistas clásicos destacados en esta técnica están Goya (con la serie Los Caprichos, por ejemplo, donde mezcla varias técnicas) y Picasso.