Quemar
- En artes gráficas, exponer las planchas fotosensibles a la acción de la luz para su posterior procesado. Es un anglicismo.
- En fotografía, exponer en exceso, de forma que los detalles en las zonas más iluminadas desaparezcan.
Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
Gustavo Sánchez Muñoz (Gusgsm), 2025
En tipografía, desplazar el inicio de una o más líneas con respecto al de las demás líneas de un bloque de texto. La sangría más usual es la que reduce el tamaño de una línea (una especie de "mordisco", de ahí el nombre de "sangría"). Ese es el caso de la sangría inicial de párrafo, por la que las primeras líneas de cada párrafo comienza más adentro que las demás, pero también existen sangrías negativas (sangrías francesas).
Las sangrías son un recurso muy usual en tipografía. Bien usadas ayudan a la legibilidad de los textos y prestan interés a la lectura ayudando a introducir gráficos u otros elementos cerca de los textos generales.
En programas de tratamiento de imágenes de mapas de bits (píxeles), agrupación de los valores dedicados a un color concreto que, combinado con los de los otros canales, forma el conjunto de colores de cada píxel. Por definición cada canal es monocromático ya que sólo describe un colorante.
De hecho, se puede entender que cada canal es una imagen en escala de grises que no funciona de forma independiente. Por eso, cualquier operación que se pueda hacer en una imagen monocroma se puede hacer sobre un canal.
Así, por ejemplo, si una imagen tiene su color descrito mediante RGB, de tres canales, eso quiere decir que cada píxel tiene un valor asignado en uno de esos canales: Uno para rojo (Red), uno para verde (Green) y otro para azul (Blue). Cada uno de esos tres canales puede tener un valor entre "0
" y "255
"; los tres valores combinados en síntesis aditiva forman el valor total del píxel en RGB; es decir: El color se describe mediante la suma de tres valores, uno por cada canal.
La cantidad de valores posibles en un canal define la profundidad de color de una imagen. Lo más usual es que esta profundidad sea de 8 bits por canal porque cada píxel tenga 256 valores posibles, aunque no es inusual encontrar imágenes de 16 bits de profundidad o más.
Por extensión de esta descripción, se puede entender que un canal de color equivale a la separación o planchas de color de los elementos destinados a imprenta y, de hecho, eso es así en el caso de las imágenes CMYK, donde cada uno de los canales debe ir a imprimir a su respectiva plancha.
Lo mismo se puede decir de los canales de tintas directas o planas, cuya existencia sólo se debe a que contienen la información necesaria para imprimir esa parte de la imagen en una tinta especial o barniz.
Antes de la existencia de las capas en los programas de imagen, muchas operaciones de tratamiento de imagen se hacían por medio de canales pero la funcionalidad de capas y canales es completamente distinta.
En artes gráficas y periodismo, persona encargada de corregir los textos. Hay correctores de pruebas y correctores de estilo.
Los correctores, 'a secas' o de pruebas leen los textos preparados para su impresión en busca de erratas, faltas de ortografía y similares, o errores en la transcripción y volcado de los originales para corregirlos.
Los correctores de estilo, además de hacer lo anterior, corrigen faltas de estilo en la redacción como las faltas de concordancia, las expresiones incorrectas o mal utilizadas, los barbarismos, la falta de coordinación en los tiempos verbales y problemas similares. Obviamente, los correctores de estilo necesitan mucha mayor preparación que los simples correctores y deben trabajar en plena armonía con el autor al que corrigen, de cuya confianza deben gozar.
Por extensión, en programas de proceso de texto, el corrector o autocorrector es la posibilidad de efectuar una corrección ortógrafica siguiendo unas pautas internas que el programa tiene.
Hay quien cree que los correctores 'automáticos' pueden sustituir a los correctores profesionales, con el consiguiente ahorro de costes. La lectura de un documento al que se aplicado un autocorrector demuestra que aún no es así.