Términos al azar
Negro
El color más oscuro. De hecho, el negro puro es la ausencia de color y de luz. Sólo existe (en teoría) en los objetos estelares conocidos como "Agujeros negros", que no dejan escapar radiación alguna, luz visible incluida. No reflejan nada, no emiten luz.

En la vida más normal, el negro es el color neutro más oscuro que un aparato, pigmento o tinta es capaz de reproducir. La cuestión de la neutralidad (ausencia de predominio de una longitud de onda concreta) es esencial para que el ojo humano considere "negro" ese tono. Cuanto más oscuro sea (menos luz deje pasar o refleje), más negro se considerará. En ese sentido, el negro que es capaz de reproducir un periódico medio es peor negro que el de una revista en papel estucado. Y ambos son peor negro que el de un monitor de ordenador bien ajustado.
Luz rebotada
En fotografía, la luz que llega a un objeto reflejada en los objetos que lo rodean.
Por extensión, iluminar un objeto de forma indirecta, rebotando la luz en otros objetos (por ejemplo, un flash rebotado).
Desmentido
En imposición de documentos impresos de varias páginas que van encuadernados a caballete, el cambio gradual que se hace de los márgenes interiores y exteriores de las páginas según estén colocadas más o menos hacia el interior de un pliego.

El grosor del papel, al plegarse el cuadernillo, hace que las páginas interiores sobresalgan. Después de cortar con la guillotina, el contenido de las páginas interiores queda demasiado cerca del margen externo —puede incluso quedar cortado—. Hace falta compensar: Los márgenes interiores deben disminuir y los exteriores deben aumentar según vamos hacia el centro del pliego.

Cuanto mayor es el gramaje del papel y el grosor del pliego, más valor de desmentido hay que aplicar desplazando el contenido.
Al desmentido también se le llama "deslizamiento" o "decalaje".
Gramaje
La densidad del papel medida en gramos por metro cuadrado; a mayor gramaje, mayor calidad. El gramaje depende de la densidad de la pulpa, de otros elementos que se hayan añadido para mejorar su blancura o capacidad de retener la tinta (la carga del papel) y del grosor de cada hoja. Un gramaje mayor suele implicar mayor coste.
El papel de oficina corriente, por ejemplo, suele tener un gramaje de 70 a 80 gramos por m2.