A sangre
Impreso o ilustrado hasta los mismos bordes físicos de la página (la sangre). También se dice "a fondo perdido", pero es un galicismo (à fond perdu).
Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
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Gustavo Sánchez Muñoz (Gusgsm), 2025
Impreso o ilustrado hasta los mismos bordes físicos de la página (la sangre). También se dice "a fondo perdido", pero es un galicismo (à fond perdu).
El hecho y proceso de producir una maqueta, especialmente para libros o prensa. El que hace maquetación es el maquetador.
En prensa escrita a veces se llama "compaginación" o "poner en página".
Material de impresión y embalaje similar al papel en su composición que se caracteriza por ser muy grueso y denso. Se suele fabricar con varias capas y en distintos acabados dependiendo de su uso final.
Aunque los criterios para distinguir entre cartulina y cartón son variables, se suele hablar de cartón cuando el material, además de ser multicapa tiene un espesor superior a 0,15 mm y un gramaje por encima de los 150 g/m2, usualmente en torno a los 225 g/m2. Otra de las diferencias es que el cartón se usa especialmente para embalajes.
Existen muchos tipos de cartón: Corrugado u ondulado, pluma, piedra, etc.
El número de puntos de semitono que hay en una unidad de medida lineal, usualmente pulgadas o centímetros. Así, hablamos de lineaturas de 150 líneas por pulgada (150 lpi —del inglés lines per inch— o 150 lpp) y 60 líneas por centímetro (60 lpc), por ejemplo.
En imprenta, al imprimir con tramas de semitonos ordenadas (es decir: tramas no estocásticas), hablar de lineatura es la forma (la mejor, de hecho) de medir la resolución de la impresión. A mayor lineatura, más puntos de semitono por unidad; 150 lpp indica una impresión con mayor resolución que 60 lpp.
El primer parámetro del que depende la lineatura es la resolución de la filmadora o grabadora de planchas en puntos de impresión (que no son puntos de semitono). Este valor de resolución se relaciona directamente con el número de niveles de tono por cada plancha: A mayor número de niveles de tono que queremos alcanzar, menos resolución podra tener la lineatura.
la explicación es que cada punto de semitono necesita reservar un número de puntos de impresión para poder variar su tamaño.
Por ejemplo: Tenemos una filmadora con 2.400 puntos de impresión por pulgada. Si queremos tener 256 niveles teóricos de variación de tono por cada punto de semitono, tenemos que reservar celdas de 16 puntos de impresión por cada punto de semitono (el resultado serán menos niveles por las limitaciones en las formas de punto, pero ese es otro asunto).
Eso quiere decir que, dividiendo 2.400 puntos por 16, el resultado es 150, que es la lineatura que podemos reproducir con ese aparato en esas condiciones.
Las tecnologías digitales modernas aplican el concepto de supercelda al construir los puntos de semitono para superar estas limitaciones en lo posible.
Pero, además, la lineatura no es un valor que se pueda escoger sin pagar un precio. No todos los soportes (papel) y tipos de impresión admiten lineaturas altas. Fenómenos como una ganancia de punto elevada, el control de calidad, etc. limitan las lineaturas disponibles.
Sin embargo, una lineatura baja no es necesariamente mala. Muchas veces impresiones poco nítidas y faltas de contraste, sucias, se deben al uso de lineaturas demasiado altas. Con otras más bajas, el impreso hubiera quedado más limpio y contrastado.
En tramas estocásticas el concepto de lineatura no es aplicable en este sentido (no existe forma del punto) pero la relación entre tamaño de celda reservado, niveles de tono posibles y resolución del dispositivo se mantiene.
La lineatura se puede medir con aparatos de precisión o, de forma aproximada, con una especie de regla llamada lineómetro. La medida de la lineatura en centímetros es más usual en Europa.
En estudio del color, un observador humano teórico cuya forma de percibir el color se corresponde con los datos estandarizados obtenidos por la CIE (un organismo internacional que estudia la luz). Un observador estándar representa el promedio de respuestas humana a los estímulos luminosos de distintas longitudes de onda en distintas combinaciones. Obviamente ningún ser humano concreto representa al observador estándar. A efectos formales, cada observador no es más que un conjunto de tablas de respuestas cromáticas conocidas como funciones de igualación del color, ya que son los resultados de la observación los que caracterizan y definen a un observador.
La CIE ha definido dos observadores estándares principales: Uno llamado de dos grados (correspondiente a mediciones hechas en 1931) y otro de 10 grados (correspondiente a una nueva toma de datos hecha en 1964). En ambos casos, los grados se refieren al ángulo del campo visual del que disponían los sujetos individuales reales durante la toma de datos.
La razón de elegir un ángulo de dos grados fue que así se restringía la observación al área de la retina correspondiente a la fóvea, que es donde se concentra la visión en color y se percibe con la máxima agudeza visual. En los años sesenta del siglo XX se vio que ampliar el ángulo de observación a 10 grados reflejaba mejor el campo visual humano efectivo, que era mayor de lo que se pensaba hasta entonces.
De ahí la creación de ese segundo observador en 1964, que se considera suplementario al original. Por eso, si no se especifica de cuál de los dos observadores se está hablando, se entiende que se trata del observador de dos grados (1931).