Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
En imposición de documentos impresos de varias páginas que van encuadernados a caballete, el cambio gradual que se hace de los márgenes interiores y exteriores de las páginas según estén colocadas más o menos hacia el interior de un pliego.
Debido al grosor del papel, al doblar un pliego, no todas las hojas sobresalen igual y hay que recortarlas.
El grosor del papel, al plegarse el cuadernillo, hace que las páginas interiores sobresalgan. Después de cortar con la guillotina, el contenido de las páginas interiores queda demasiado cerca del margen externo —puede incluso quedar cortado—. Hace falta compensar: Los márgenes interiores deben disminuir y los exteriores deben aumentar según vamos hacia el centro del pliego.
Para que los márgenes exteriores de las páginas sean iguales después de cortar, hay que 'deslizarlas' en la imposición, realizando un 'desmentido'. Si no, el resultado será erróneo.
Cuanto mayor es el gramaje del papel y el grosor del pliego, más valor de desmentido hay que aplicar desplazando el contenido.
Al desmentido también se le llama "deslizamiento" o "decalaje".
Inglés:Colour rendering index (GB), Color rendering index (EEUU) • Francés:Indice de rendu de couleur • Italiano:Indice di resa cromatica • Alemán:Farbwiedergabeindex • Portugués:Índice de reprodução de cores, Índice de rendição de cor • Catalán:Índex de reproducció cromàtica
Coeficiente de 0 a 100 establecido por la CIE para describir la fidelidad con la que una fuente de luz es similar a un iluminante estándar de acuerdo a la curva de distribución espectral de éste, a mayor coeficiente, mayor fidelidad. Dicho en lenguaje común: Nota con la que se evalúa la calidad de una luz. A mayor puntuación, más calidad.
El CRI hace siempre referencia a un iluminante CIE por su temperatura de color. En las lámparas o tubos fluorescentes comerciales, la temperatura de color y el CRI correspondiente se suelen mencionar en la denominación del producto mediante un número de tres cifras, en el que la primera es el CRI redondeado y las otras dos, el comienzo de la temperatura de color; así, por ejemplo, un tubo fluorescente llamado "Master TL-D 90 De Luxe 36W/940", tiene 36W de potencia, un CRI de 90 (de hecho: 91) y una temperatura de color de 4.000 K (blancocálido). Un producto similar numerado 950 tendrá un CRI de 90 o superior y una temperatura de color de 5.000 K.
Los tubos fluorescentes de calidad baja pueden tener un CRI de 60 o 50. Aunque el CRI ideal es de 100, un valor superior a 90 se suele considerar suficiente para trabajos en artes gráficas (de hecho así se especifica en la norma ISO 3664, el estándar internacional para la iluminación en artes gráficas y fotografía).
La tabla CRI de una lampara LED de alta calidad.
El CRI se calcula evaluando la diferencia colorimétrica que se obtiene al iluminar varios colores CIE concretos y los valores de referencia de esos mismos colores bajo un iluminante concreto. A mayor diferencia, menor CRI —peor calidad como fuente de iluminación—. Los valores de color originales son catorce colores descritos en las primeras ediciones del Atlas de color de Munsell. En versiones posteriores del cálculo del CRI —que están en discusión—, los colores de referencia son diez tonos.
La precisión del CRI tiene algunos problemas y por eso, algunos expertos proponen el uso de índices de evaluación alternativos.
Una demostración práctica del efecto Helmholtz–Kohlrausch.
Este fenómeno, descubierto por los científicos alemanes von Helmholtz y Kohlrausch a finales del siglo XIX, indica que existe una relación entre la saturación y la luminancia percibida (brillo).