Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
En artes gráficas, líquidos que se usan para deshacer en su interior de forma homogénea otras sustancias y facilitar así su aplicación. Los disolventes (también llamados solventes o diluyentes) se suelen combinar con pigmentos, aglutinantes y otros componentes para formar tintas, pinturas, barnices y fluidos similares.
El espacio entre columnas en un texto (no es el medianil ni los márgenes interiores). En composición de más de dos columnas es usual que las calles sean de la misma medida, aunque también se puede hacer alguna especialmente ancha para poner ahí sumarios, imágenes pequeñas, pies de foto, etc… También se puede llamar "corondel ciego", aunque esta es una denominación ya en desuso.
En imposición, se llama así al espacio libre que se deja entre los elementos de un montaje para facilitar su plegado y corte posterior.
Los metadatos son datos que identifican a otros datos o conjuntos de datos; es decir: Son datos que sirven para especificar cuál es el propósito de una estructura de información.
En un símil sencillo: Si las estructuras de información fueran botes de comida y el documento las estanterías donde están esos frascos, los metadatos serían las etiquetas que indican qué hay en cada frasco, cuándo deben ser consumidos, qué calorías contienen, etc. Los metadatos permiten situar los objetos etiquetados dentro de estructuras de información más complejas.
Los metadatos facilitan el manejo de los elementos sin tener que analizarlos a fondo (basta con examinar las etiquetas) y además pueden proporcionar información extra que un análisis del objeto no proporcionaría ("Película más vista en Francia en 2024", por ejemplo).
El uso de metadatos estandarizados, con una sintaxis y vocabularios conocidos y delimitados, facilita su uso. Un ejemplo son los metadatos de tipo XMP o EXIF.
Formatos habituales para metadatos son XML y JSON.
En imprenta, el papel que se desecha porque se ha impreso mal (con manchas, con tinta insuficiente, con la tinta corrida, etc…).
Su origen no es necesariamente accidental, ya que en grabado, las hojas que se imprimen sin volver a entintar (para limpiar la tinta residual) de las planchas) forman parte de la maculatura)
La maculatura forma parte de la merma (pero no toda la merma es maculatura).
En sentido muy estricto, una impresión hecha con la plancha sin volver a entintar.
Sustancia que se añade a algunos materiales para que parezcan más blancos de lo que realmente son. Se aplican especialmente a papeles y ropa.
Una muestra de blanqueador óptico en polvo.
Los blanqueadores ópticos funcionan de modo similar a las tintas fluorescentes: Sus moléculas absorben las emisiones ultravioletas (entre los 340 y los 370 nanómetros de longitud de onda) y las reemiten en la zona del espectro que se percibe como "azulada" (entre los 420 y los 470 nanómetros de longitud de onda).
Al tratarse de materiales que de partida son comparativamente grisáceos o amarillentos, este azuleamiento tiene el efecto de que el observador perciba más blanca la superficie afectada. Su principal desventaja es que con el tiempo (meses o, como mucho, años) su efecto desaparece y el papel pierde esa blancura según algunos falsamente ganada y fácilmente perdida. Esa es una de las razones por las que muchos tiendan a evitarlos en papeles de alta calidad para impresos de larga vida.
Cualquier material que tenga un blanqueador óptico reacciona a la llamada luz negra —en el límite superior del ultravioleta— mostrando un brillo azulado.