Términos al azar
Rueda de colores
Diagrama en forma de rueda en el que los colores perceptibles por el ojo humano se distribuyen siguiendo la pauta de que los tres colores primarios aditivos (rojo, verde y azul) se situan en las esquinas de un triángulo equilátero y los tres primarios sustractivos (cian, magenta y amarillo) se situan formando otro triángulo entre los espacios dejados por el anterior (con lo que forman una especie de estrella de seis puntas).

Los tonos intermedios (naranja, turquesa, etc…) se forman mediante transiciones entre los colores primarios. Al representar los colores sin tener en cuenta su saturación ni su brillo, sino sólo su componente 'cromático' (tono o croma) en realidad, una rueda de colores es una representación circular de sólo uno de los tres ejes de un verdadero espacio de color.
En ese sentido, la posición de los colores se puede especificar en grados de ángulo (siendo el círculo completo 360º): Cada color primario estaría situado a 120º de los otros dos y estaría a 180º de su color complementario (oponente exacto en la rueda). Los colores análogos son aquellos situados a 60º los unos de los otros.

Pese a sus limitaciones e inexactitud básica, su sencillez y claridad hace que el concepto de la rueda de colores sea muy útil en el aprendizaje del tratamiento del color por pintores, fotógrafos y diseñadores. Existen numerosos modelos de ruedas de color desde su invención por Isaac Newton en el siglo XVII. Muchos artistas han desarrollado sus propias ruedas asignándole a cada color un valor psicológico o emotivo.
También se llama a veces "círculo de colores".
Verde oliva
En el sistema tradicional e impreciso de describir los colores mediante palabras ('rojo carruaje, verde botella…') el verde oliva es un tono de verdoso amarillento de brillo intermedio. El nombre se deriva de que es el tono de muchas aceitunas y que recuerda al aceite de oliva sin refinar. Además, es un color muy tradicional en los uniformes militares de campaña.

En imprenta, los tonos oliva se consiguen mezclando simplemente mucho amarillo con proporciones menores de cian y negro. A veces se puede encontrar estos tonos con el nombre de "Verde guisante" o simplemente "Puré de guisantes". Informalmente también existe el galicismo "caca de oca" para los tonos más claros.
Aerógrafo

Herramienta de pintura en forma de lápiz que pinta expulsando pintura por un pequeño spray regulable. El aerógrafo, inventado a comienzos del siglo XX, es una herramienta de gran dificultad técnica que requiere mucha práctica y paciencia, pero que a cambio ofrece resultados muy vistosos.

En ilustración en dos dimensiones para imprenta ha sido casi completamente sustituido por las herramientas de dibujo digital como Adobe Photoshop o Corel Painter, que ofrecen todas sus ventajas sin sus inconvenientes.
Autoadhesivo
Material plano, usualmente impreso, en uno de cuyos lados se ha aplicado una fina capa de pegamento para que se pueda pegar a alguna superficie.
La capa de pegamento está protegida por alguna película de barniz o laminado que la protege a la espera de su aplicación. La película se despega fácilmente justo antes de pegar el impreso a la superficie final. El pegado se realiza por simple contacto y presión (que no suele ser mucha).
Los autoadhesivos, de los que existen dos clases, se usan especialmente para etiquetas o materiales publicitarios:
Para superficies: El pegamento va en el lado opuesto al impreso. La pegatina se adhiere encima de la superficie.
Para ventanas o cristales: El pegamento va en el mismo lado que el diseño. La pegatina se adhiere por detrás de un cristal o ventana, que lo protege y deja ver el diseño.
En ambos casos, existen las siguientes partes: Un papel o base con el diseño impreso mediante alguna tinta, una capa de pegamento, una capa de soporte (en inglés liner) y un laminado o barniz protector.
La idea es que las capas del laminado y el diseño (el papel con las tintas) forman la pegatina mientras que el soporte es una simple capa temporal que protege a la pegatina hasta que se va a pegar, entonces se retira y deja al descubierto la capa con el pegamento, que se pone en contacto con la superficie sobre la que va.
La pegatina puede ir troquelada a medio corte o a troquel completo para separarla del soporte.
Los materiales como los sellos tradicionales o las calcomanías, que necesitan humedad para pegarse, no se consideran autoadhesivos.