Refracción
Fenómeno óptico por el que, cuando un rayo de luz que viaja por un medio y se encuentra con otro distinto, penetra en este segundo medio y cambia de dirección debido a que el nuevo medio tiene una densidad óptica distinta.
El ángulo con el que el rayo se desvía respecto a la línea que seguía (llamado "ángulo de refracción") depende de los índices de refracción que tengan el medio del que se sale y el que se entra.
Estos índices de refracción de un medio son el resultado de dividir la velocidad de la luz cuando se desplaza a través del vacío por la velocidad de la luz cuando se desplaza a través de ese medio; por ejemplo: El agua destilada tiene 1,33, el aceite de oliva entre 1,46 y 148, el cristalino del ojo está entre 1,38 y 1,4. No existen índices menores a 1.
Aplicando la llamada "Ley de Snell", si se pasa de un medio de menor índice a otro mayor, el ángulo de refracción, es menor que el de incidencia . Si, por el contrario, se entra en un medio de menor índice, el ángulo es mayor.
De hecho, cuando un rayo de luz se encuentra con un medio distinto a aquel por el que viaja, pueden pasar dos tipos de cosas: que cambie de dirección (reflexión, cuando no penetra o refracción (cuando penetra) o que no cambie (que sea absorbido porque el objeto es opaco o que no porque el objeto es transparente). Todos esas posibilidades se pueden dar a la vez en distintas proporciones.