Trozo de un material liso —papel, madera, plástico o similares— que se coloca en una pared, valla, puerta o cualquier otra superficie a la vista para que quien lo vea se informe claramente de lo que en él se dice. Para cumplir su finalidad, aunque no es imprescindible, los carteles suelen ser llamativos, simples y fáciles de ver.
Hay casi tantos tipos de carteles como de personas y por eso es casi imposible caracterizarlos: Carteles únicos hechos a mano advirtiendo de un peligro, publicidades impresas con tiradas de cientos de ejemplares, cinemátográficos o políticos que son verdaderas obras de arte del diseño gráfico. Sólo por destacar algunas clases: Los carteles publicitarios de Tolouse-Lautrec, Los carteles de propaganda bélica de la I y la II guerras mundiales, los carteles de cine, circo y teatro hechos en Polonia hacia finales del siglo XX, los carteles de propaganda política de la España republicana, los chinos de la segunda mitad del siglo XX... La lista es casi infinita.