En tipografía, un conjunto de caracteres que corresponden a un diseño y proporciones determinados. En buena ley, en un alfabeto dado, ese conjunto debe abarcar: las letras mayúsculas y minúsculas (acentuadas y sin acentuar), las cifras y signos matemáticos más usuales, los signos de puntuación y algunos caracteres variados (signos monetarios, ligaduras…).
Además (en alfabetos grecolatinos), una fuente bien diseñada debe incluir versiones de diseño de redondas, cursivas, negritas y negritas cursivas. Los diseños más trabajados incluyen seminegras, condensadas, versalitas, juegos 'expertos' y florituras diversas (en el sentido literal de 'florituras'). En tipografía digital, las fuentes deben incluir además pares de interletraje (kerning).
Todo el conjunto de diseños de una fuente se suele llamar 'familia' ("en la familia de la ITC Asura, falta una seminegra", por ejemplo).
Los diseños de fuentes de los tipógrafos más conocidos son auténticas obras de arte y artesanía basados en una tradición centenaria (aun para rechazarla).