Sistema de impresión en altorrelieve en el que la tinta se deposita sobre una plancha de material gomoso y flexible —de ahí su nombre de "flexo-grafía"—, que a su vez presiona directamente el sustrato imprimible, que suele ser papel, cartón o algún tipo de plástico y deja la mancha allí donde la plancha ha tocado la superficie.
Este sistema de impresión se conocía anteriormente como "impresión a la anilina" o "impresión con goma". Tras algunos intentos en Inglaterra, nació definitivamente en Francia a finales del siglo XIX como método para estampar envases y paquetes con prensas de tipografía en las que se sustituyeron las planchas usuales por otras a base de caucho.
Gracias al desarrollo de los tintes a la anilina, de gran colorido, y de materiales plásticos como el celofán, la impresión a la anilina tuvo una gran aplicación en el mundo de los envases de todo tipo. Despues de la II Guerra Mundial, las tintas de base alcohólica y acuosa fueron sustituyendo a las de anílina (que es tóxica) y el proceso pasó a denominarse "flexografía".
La aparición de sistemas entintadores de cámara (chambered systems), de planchas basadas en fotopolímeros (en lugar de las tradicionales de caucho), los avances en las tintas de base acuosa y el desarrolo de los cilindros anilox de cerámica mejoraron mucho este sistema de impresión, que en la actualidad ha sustituido casi por completo a la impresión tipográfica tradicional en trabajos de gran tirada.