Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
Las partes de una publicación a doble página abierta.
En una publicación de dos o más hojas, la zona donde se pliega el papel. A veces, por extensión, el margen interior entre el texto o imágenes y el medianil en si.
Es un elemento que hay que tener en cuenta al componer una doble página ya que es una barrera visual que no se debe ignorar. Colocar elementos sin tenerlo en cuenta es un error básico en diseño gráfico.
En impresión de libros, las páginas del libro impresas, cosidas y cortadas pero que aun no han recibido las cubiertas. En sentido amplio, es el interior físico del libro, las páginas de papel que lo componen, sin contar las cubiertas.
En español bajo este término se entienden dos conceptos históricamente muy distintos:
Concepto según el cual un usuario puede realizar por si mismo en su ordenador personal todas las tareas del proceso creativo impreso, desde la escritura del original a su encuadernación, pasando por la composición, maquetación, impresión y encuadernación. Aunque obviamente se refiere a documentos de distribución reducida, la autoedición fue un gran salto cualitativo ya que permitió prescindir de una serie de empresas y profesionales que hasta entonces eran imprescindibles si se quería obtener un resultado similar.
Un ordenador Apple Macintosh y una impresora Laserwriter.
El concepto de autoedición nació hacia 1985 con la aparición del programa PageMaker de la empresa Aldus acompañado del lenguaje de descripción de página PostScript, de Adobe, y de los ordenadores personales Macintosh de la empresa Apple que, con sus impresoras láser Apple Laserwriter, formaban un conjunto de maquinaria y programación capaces de llevar a cabo la tarea.
La progresiva propagación de equipos y programas más avanzados y potentes cambiaron poco a poco el modelo productivo de artes gráficas en pocos años. Los ordenadores y programas de autoedición sustituyeron en las empresas de artes gráficas a soluciones profesionales anteriores menos flexibles y, sobre todo, con menor relación inversión/productividad. Esa sustitución no bastó para salvar el sector de preimpresión dedicado a esas tareas, que en buena parte desapareció al volverse innecesario o quedar relegado a trabajos de calidad de alto valor añadido, que no bastaron para sostenerlas económicamente.
El éxito de la autoedición dentro de los ámbitos profesionales del diseño y las artes gráficas terminó con el uso del término autoedición del mismo modo que nadie habla de automóviles con motor de combustión interna: Todos son de combustión interna y todos los programas son de autoedición.
La idea de autopublicación, de que un autor puede prescindir de una empresa editorial y realizar el proceso de publicación de su obra escrita por si mismo —incluyendo el proceso de autoedición descrito más arriba—.
Este concepto es muy antiguo: Los autores que no encontraban una editorial seria que afrontase el riesgo de editarlos, por el motivo que fuese, realizaban la tarea por si mismos: Contactaban con una imprenta, supervisaban la composición y corrección de los textos y pagaban directamente el coste de todas las tareas.
La moderna autopublicación va un paso más allá gracias a los avances tecnológicos y a los cambios sociales aparejados. Los antiguos canales de publicación se sustituyen por redes sociales electrónicas y tiendas virtuales. Las obras se pueden imprimir a demanda o distribuirse sólo en forma de libros digitales. La cadena de distribución se reduce y los materiales involucrados son menos y más baratos. Los costes e ingresos de venta por unidad se reducen. Esta reducción vuelve a representar la necesaria desaparición de profesiones y empresas involucradas hasta entonces.
Inglés:Under Colour Removal • Francés:Élimination des sous-couleurs, Retrait des sous-couleurs • Italiano:Rimozione del colore sottostante • Alemán:Unterfarbenentfernung, Unterfarbenreduzierung, Unterfarbenreduktion
Son las siglas de la expresión inglesa Under Colour Removal (es decir: eliminación del color subyacente). Junto con GCR, uno de los dos métodos usados para separar los colores para imprenta convirtiendolos a CMYK desde otros modos de color (como RGB u otro CMYK). Ambos métodos introducen un componente negro (K) pero lo hacen de distinta manera. En ambos casos, los objetivos principales son:
Ahorro de costes: Se sustituyen combinaciones de tres tintas por una sóla (usualmente más barata).
Mejor control de tonos neutros: La neutralidad tonal de una combinación de tintas es más difícil de controlar que el de una sola (que es neutra de por si).
Un ejemplo muy simplificado de eliminación de color subyacente y reducción de TAC:
UCR solo actúa en las areas neutras (grises); es decir: Aquella zonas de la imagen o diseño en las que la mezcla CMY (Cián, Magenta y Amarillo) es neutra o muy cercana al neutro (gris) y se sustituye en lo posible esa mezcla por una cantidad de tinta negra que dé los mismos resultados, pero se procura no eliminan del todo los colores CMY (para que las sombras no pierdan profundidad). La consecuencia es que la UCR se aplica sobre todo en las zonas de sombras.
La aplicación de UCR tiene un efecto directo total sobre la cobertura total de tinta (TAC), ya que ayuda a mantener la impresión dentro de un TAC concreto, cuyo máximo no se debe superar.
No existe una sóla forma de aplicar UCR. La aplicación estricta de UCR (sin correcciones como UCA) hace que las imágenes queden planas, faltas de vida y que aparezca incluso la sensación de ver las sombras en negativo (por falta de tono y densidad debido a una eliminación excesiva de CMY).
El otro procedimiento estándar en la separación de colores es GCR. Las ventajas e inconvenientes de aplicar uno u otro dependen del muchos factores, el tipo de imágenes incluido.
En la actualidad, los valores óptimos en el paso de Lab a CMYK se incorpora en tres tablas de conversión (B2A0, B2A1 y B2A2) que se incorporan en los perfiles de color.