Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Placa fina de poliestireno (corcho blanco) cubierta por ambos lados de papel satinado que se usa para montajes de diseños en presentaciones. Su poco peso y rigidez relativa ayuda a mostrar los diseños desplegados y sin arrugas.
Cuando se presentan a un cliente, los proyectos de diseño gráfico se suelen pegar al cartón pluma mediante algún pegamento en aerosol.
Forma de disponer y estructurar datos relacionados para que sea posible ver qué relaciones tienen con respecto a distintos conceptos. Una tabla es siempre bidimensional; es decir: Las series de datos se disponen en posiciones fijas (celdas) ordenadas en secuencias lineales (por ejemplo, cantidades de frutas consumidas por año), que a su vez se agrupan en tandas de series (por ejemplo, tipos de frutas consumidas).
Una tabla y sus partes principales.
Esa ordenación de series y tipos de series puede ser vertical (columnas) u horizontal (filas), dependiendo del tipo de datos. Cada una de esas series debe tener una primera celda llamada "encabezado" que contiene la descripción de la serie.
Además, cada tabla debe contener un título que describe qué tipos de datos contiene. Además, algunas tablas contienen una última celda llamada "pie" donde se indican características de los datos como de dónde proceden o si falta algún valor de una serie.
Una tabla debe ser fácil de consultar y de leer. Las relaciones y jerarquías se deben de poder ver al primer golpe de vista. Así, por ejemplo, en una tabla de precios de hoteles en distintas temporadas, debe ser fácil saber qué hotel es el más barato en temporada baja.
Las más de las veces, las tablas pueden dar lugar a una infografía o gráfico. La ventaja de las tablas es que, al indicar exactamente el valor de los datos, son mucho más precisas que las infografías para ejecutar análisis. La desventaja frente a los gráficos derivados de ellas es que éstos son mucho más significativos; es decir, que el detalle principal que revelan se ve mucho mejor (por ejemplo, una caída brusca en las ventas a partir de un año determinado).
Inglés:Base grid, Baseline Grid • Francés:Grille de ligne de base, Grille de base • Italiano:Griglia linee di base • Portugués:Grade da linha de base
En diseño gráfico, la rejilla base (baseline grid) es el conjunto de líneas horizontales imaginarias que controlan la colocación de los textos en las páginas para que se apoyen sobre ella por sus líneas base (baseline) y tengan así una apariencia ordenada y cómoda para la vista.
Un ejemplo de rejilla base tipográfica.
La rejilla base es una pauta que también se usa para apoyar otros elementos gráficos como imágenes, recuadros, rayas, etc.
El uso de las rejillas base impone una ordenación visual de ejes horizontales que facilita a los diseñadores la creación de trabajos con un acabado profesional, y a los lectores el acceso a la información contenida en esos diseños. En ese sentido cumple una misión similar a las rayas de un cuaderno pautado, que ayudan a escribir sin torcerse.
Aunque relativamente moderna, el uso de rejillas base es anterior a la autoedición y el uso del ordenador en el diseño gráfico. Los programas profesionales de diseño gráfico para documentos multipágina (como InDesign o Quark Xpress) incorporan rejillas base.
La rejilla base es una herramienta del diseñador invisible para los lectores, que nunca la ven, aunque perciban su presencia en el resultado final en forma de orden.
Por eso, en fotocomposición, las rejillas base anteriores al uso de ordenador tenían la forma de finas rayas azules dibujadas en las hojas de montaje (ya que los tonos claros de azul no se reproducía en los aparatos de fotomecánica de la época).
En los los programas informáticos de diseño gráfico, la rejilla base tampoco se imprime y se puede mostrar/ocultar y modificar en apariencia, medidas, etc.
En español bajo este término se entienden dos conceptos históricamente muy distintos:
Concepto según el cual un usuario puede realizar por si mismo en su ordenador personal todas las tareas del proceso creativo impreso, desde la escritura del original a su encuadernación, pasando por la composición, maquetación, impresión y encuadernación. Aunque obviamente se refiere a documentos de distribución reducida, la autoedición fue un gran salto cualitativo ya que permitió prescindir de una serie de empresas y profesionales que hasta entonces eran imprescindibles si se quería obtener un resultado similar.
Un ordenador Apple Macintosh y una impresora Laserwriter.
El concepto de autoedición nació hacia 1985 con la aparición del programa PageMaker de la empresa Aldus acompañado del lenguaje de descripción de página PostScript, de Adobe, y de los ordenadores personales Macintosh de la empresa Apple que, con sus impresoras láser Apple Laserwriter, formaban un conjunto de maquinaria y programación capaces de llevar a cabo la tarea.
La progresiva propagación de equipos y programas más avanzados y potentes cambiaron poco a poco el modelo productivo de artes gráficas en pocos años. Los ordenadores y programas de autoedición sustituyeron en las empresas de artes gráficas a soluciones profesionales anteriores menos flexibles y, sobre todo, con menor relación inversión/productividad. Esa sustitución no bastó para salvar el sector de preimpresión dedicado a esas tareas, que en buena parte desapareció al volverse innecesario o quedar relegado a trabajos de calidad de alto valor añadido, que no bastaron para sostenerlas económicamente.
El éxito de la autoedición dentro de los ámbitos profesionales del diseño y las artes gráficas terminó con el uso del término autoedición del mismo modo que nadie habla de automóviles con motor de combustión interna: Todos son de combustión interna y todos los programas son de autoedición.
La idea de autopublicación, de que un autor puede prescindir de una empresa editorial y realizar el proceso de publicación de su obra escrita por si mismo —incluyendo el proceso de autoedición descrito más arriba—.
Este concepto es muy antiguo: Los autores que no encontraban una editorial seria que afrontase el riesgo de editarlos, por el motivo que fuese, realizaban la tarea por si mismos: Contactaban con una imprenta, supervisaban la composición y corrección de los textos y pagaban directamente el coste de todas las tareas.
La moderna autopublicación va un paso más allá gracias a los avances tecnológicos y a los cambios sociales aparejados. Los antiguos canales de publicación se sustituyen por redes sociales electrónicas y tiendas virtuales. Las obras se pueden imprimir a demanda o distribuirse sólo en forma de libros digitales. La cadena de distribución se reduce y los materiales involucrados son menos y más baratos. Los costes e ingresos de venta por unidad se reducen. Esta reducción vuelve a representar la necesaria desaparición de profesiones y empresas involucradas hasta entonces.