En tipografía y composición tipográfica a la antigua (con tipos de metal fundido), bandeja en la que colocaban los tipos de plomo según se iban componiendo las líneas de texto en columnas ordenadas.
Una vez que se pasó a la fotocomposición, por extensión, en publicaciones con páginas complejas como los periódicos o las revistas, las galeradas eran las columnas de texto impreso en bruto sin formar páginas, que se solían cortar y pegar en páginas de montaje.
Las pruebas de galerada se usan para corregir las erratas y hacer enmiendas de contenido no demasiado profundas (es decir, cambiar párrafos pero no rescribir un libro).
Inglés:Rendering intent • Francés:Mode de rendu • Italiano:Intento di rendering • Portugués:Propósito de renderização
Al realizar una conversión entre dos espacios de color, el propósito de conversión o interpretación (en inglés: rendering intent) es la estrategia que se adopta respecto a los colores que no se pueden traducir directamente y cómo trasladar las diferencias generales entre el espacio de origen y el de destino (por ejemplo, el punto blanco).
De forma sencilla, un propósito de conversión es la respuesta a la pregunta "¿Qué hacemos con los colores de origen que no se pueden reproducir en el espacio de color de destino porque éste es más reducido o, en general, distinto?"
Aunque las estrategias que se pueden adoptar son muchas, en la gestión de color estandarizada, que es la adoptada por el ICC y sus perfiles de color, los propósitos son cuatro:
Propósito de interpretación colorimétrico relativo: Los colores del espacio de origen se pasan al espacio de color de destino sin modificación. Los colores de origen que existen el destino no se modifican. Los colores de origen que no existen en el destino (porque éste es un espacio de color más reducido) se reproducen con el tono límite que haya en esa zona.
Antes de esa conversión, el punto blanco del espacio de origen se traslada al espacio de color de destino; es decir: Se adapta el blanco al blanco de destino y entonces todos los tonos se trasladan en consecuencia.
Propósito de interpretación colorimétrico absoluto: Es igual al propósito colorimétrico relativo con la diferencia de que el traslado de tonos entre dos espacios se hace sin adaptar el punto blanco, sea cual sea el del espacio de destino.
Propósito de interpretación perceptual: Los colores del espacio de origen se pasan al espacio de color de destino cambiándolos todos proporcionalmente, con la intención de mantener las relaciones de color generales.
Al igual que ocurre con el colorimétrico relativo, el punto blanco del espacio de origen se traslada al espacio de color de destino antes de hacer ese traslado.
Propósito de interpretación de saturación: Todos los colores se adaptan para aprovechar al máximo la amplitud del espacio de destino, sin importar la relación entre los tonos.
En la mayoría de los perfiles, lo que se aplica es directamente el propósito perceptual, por lo que no hay diferencia entre ambos.
Además, existen algunos pocos propósitos no estandarizados que emplean algunas firmas en sus programas.
En el caso de los cuatro propósitos usuales, aunque su definición y límites estén más o menos generalizados, los estándares dejan en manos de los programadores la ejecución concreta de cada uno, por lo que no es imposible encontrar que el mismo propósito da resultados levemente diferentes si se aplica en dos programas distintos.
La expresión original en inglés, rendering intent, se puede encontrar traducida de varias maneras al español. Las más usuales son "propósito de interpretación" o "propósito de conversión".
En artes gráficas o grabado, un impreso previo a la impresión definitiva que se hace para ver cómo va a quedar éste. Hay muchos tipos y calidades de pruebas (galeradas, pruebas de color, pruebas láser, prueba contractual, pruebas de artista, etc.)
Prueba de impresión o grabado que sirve como base legal (es decir: Como contrato de facto) entre un cliente y un impresor o grabador para juzgar si el trabajo final se ajusta o no a la calidad acordada entre ambos. Para que haya esa validez se presupone que:
Ambos acordaron algún tipo de prueba de color con una tolerancia de error predeterminada con respecto al resultado final.
El cliente dio su aprobación a la prueba (usualmente firmando y poniendo algo del tipo "visto bueno"), lo que permite al impresor proceder a la impresión y acabado del producto. La tolerancia de error es un punto clave de este tipo de pruebas y debe poderse medir (en el caso del color usualmente con valores límite ΔE y tiras de control del color apropiadas), ya que no alcanzarla debería ser la diferencia entre un trabajo válido y otro que no lo es… y que podría tener que repetirse, normalmente en la etapa previa a la impresión emitiendo una segunda prueba con las correcciones, aunque no sean raros los casos en los que las pruebas y la impresión se distancian demasiado.
Obviamente, criterios más estrictos suelen representar costes más elevados, aunque —comparando entre empresas— lo que representan es la diferencia entre trabajos mejores y más profesionales y otros más limitados.
En algunos casos y países, la prueba contractual final incluye de forma explícita especificaciones como el número de copias, las tintas o acabados especiales, el nombre del cliente y el método de entrega o recogida. Al firmarla y devolverla el cliente no sólo acepta la calidad sino también todos los otros detalles.
También se denomina "prueba de contrato".
En grabado artístico, la aceptación de la prueba se suele indicar con las iniciales "BAT" (Bon à tirer).
En grabado artístico, cada una de las pruebas que va haciendo el artista para ir viendo cómo evoluciona su trabajo e ir decidiendo así sus siguientes acciones. Son pruebas inacabadas y únicas en su imperfección en las que se ve el progreso del proceso artístico.
Las letras "EA" que identifican una prueba de estado o de artista.
Suelen llevar alguna marca que las identifica como pruebas (las iniciales "P" y "E", por ejemplo o las letras "E A", "e a" o similares). En el caso de artistas cotizados pueden tener un precio elevado (si es que el artista las vende, lo que no ocurre siempre). Se supone que el número de estas pruebas de artista debe ser reducido pero esto depende del artista, del grabador y de otras circunstancias.
En artes gráficas, prueba que se hace de un trabajo imprimiendolo en una impresora láser. Este tipo de pruebas, que puede ser en color o blanco y negro, sirve para hacer una comprobación general de contenido y diseño en las primeras etapas del trabajo, pero no se debe usar nunca como prueba de color (ya que las impresoras láser carecen de las calidades y características necesarias para ello).
En ese sentido, las pruebas láser sustituyen a las antiguas pruebas de texto y son el último paso antes de las pruebas de color (en aquellos trabajos que las necesiten, lo que no siempre es el caso).