Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
En la realidad, el blanco absoluto es cualquier superficie blanca con una curva espectral de reflectancia conocida y que se usa como control para las medidas de reflectancia absoluta. Así, por ejemplo, para calibrar un espectrofotómetro se usa una superficie de cerámica blanca cuyos datos de reflectancia espectral se conocen y pueden constrastar con las mediciones del aparato para descontarlas.
Medida de longitud en la tipografía de tradición anglosajona. Se divide en 12 puntos de pica, que a su vez se dividen en 10 décimas de punto.
En cuanto a su medida concreta, hay dos versiones principales:
Pica tradicional: Mide 4,217 mm, por lo que en una pulgada hay 6,0225 picas.
Pica PostScript: Para facilitar el trabajo de los primeros dispositivos PostScript, se simplificó el valor haciendo que en una pulgada hubiera exactamente 6 picas (72 puntos de pica). Eso hace que una pica PostScript mida 4,233 mm.
En Europa continental (incluida España), la medida tradicional en tipografía era el cícero (dividido en puntos Didot), que mide 4,51 mm. y que también se divide en 12 puntos y diez décimas de punto.
En la actualidad, los principales programas de diseño gráfico usan la pica PostScript y sus derivados, pero algunos siguen usando la medida tradicional, lo que puede dar lugar a problemas inesperados. El cícero es una medida en vías de desaparición.
En artes gráficas, la prueba de impresión que se hace de todo el pliego, una vez montado completo ya para su imposición. El ferro representa en forma de cuadernillo cómo debe quedar la sucesión de páginas de la publicación antes de grabar las planchas.
El fin de un ferro es una comprobación final del producto impreso para cotejar que todas las páginas están en el orden y posición adecuados; por ejemplo, que después de la página 3 va la 4 y no la 15, o que la 23 no está bocabajo.
En un ferro se debe comprobar que los pases de texto de una página a otra son correctos; es decir, que no se ha perdido ninguna línea o párrafo, o que las páginas no se han cambiado de orden. También se comprueba que los titulares y textos aislados (pies de foto y sumarios) son correctos y que no falta ninguna imagen o que alguna esté deformada.
Los ferros no sirven (o no se deben usar) para hacer correcciones de diseño "porque no ha quedado bien" ni hacer apreciaciones de color.
En la actualidad hay programas que hacen ferros digitales y permiten mucha flexibilidad y rapidez en la comprobación.
Su nombre "ferro" se debe a que en la época pre digital se hacían poniendo el astralón con la imposición de un pliego ya montada en una insoladora y exponiendo unas grandes hojas de papeles especiales en el que las imágenes y textos salían reproducidos en diferentes tonos de azul o marrón (debido a que ese papel era fotosensible ante la luz ultravioleta).
Una vez expuesto por ambos lados, el ferro se dobla y corta para que el cuadernillo se vieran montado tal y como debía salir impreso. Por eso la corrección de los ferros se ha hecho siempre por pliegos.
Es una prueba comparativamente barata para la seguridad que proporciona, especialmente en publicaciones como revistas.
En artes gráficas, la persona encargada hasta no hace mucho de montar las distintas piezas filmadas de textos y fotografías que formaban los fotolitos para grabar las planchas. La operación se llamaba "montaje" y se hacía siguiendo las maquetas que los diseñadores gráficos proporcionaban. En cierto modo, los montadores componían los artes finales.
Proceso de disponer, estructurar y darle forma a un objeto o conjunto de información para que cumpla un cometido. El diseño gráfico es, según esto, disponer, estructurar y dar forma a un conjunto de objetos gráficos e informaciones para que el resultado cumpla un fin concreto. En este sentido, el diseño es una operación utilitaria, destinada a un fin. No es una operación 'para si misma' (como puede ser el arte).
Sin embargo, por su naturaleza misma, el proceso de diseñar, de 'crear' un diseño necesita procedimientos propios de la creación artística, ya que también debe expresar cosas por medio de lenguajes no reglamentados (donde "A" no tiene significados concretos sino aquellos que el diseñador intenta asignarles). Por eso, diseño y arte están muy cercanos, aunque no son lo mismo y a veces el diseño pueda alcanzar la categoría de arte.
En sentido utilitario, se puede definir de 'buen diseño' aquel que cumple el fin para el que se creo con la mayor acomodación a los medios disponibles. Si además ese diseño reúne valores artísticos, como por ejemplo 'capturar el espíritu de una época' (lo que solemos llamar diseños clásicos), creo que se puede decir que ese diseño es arte… aunque la intención de sus creadores (muchas veces anónimos) no fuera crear arte, sino sólo hacer objetos útiles y agradables.