Este es un pequeño glosario de artes gráficas y materias relacionadas con ellas (óptica, periodismo, tipografía, etc…). Además de un listado alfabético y de un formulario de búsqueda, se incluye un índice temático por áreas grupos de interés (PDF, Óptica, Tipografía, Preimpresión, etc…). En la medida de lo posible, se indica el equivalente en inglés, francés, italiano, alemán, catalán y portugués del término descrito.
Aviso: Este glosario está en una actualización interna importante. Durante algún tiempo algunos enlaces podrían no funcionar adecuadamente. Gracias por la paciencia.
Dibujo rápido y esquemático que se hace para representar las líneas generales de una obra, una idea o un plan.
Boceto de un puente.
Al hacer un boceto se intenta plasmar la esencia de lo que se dibuja para ver si se puede capturar su imagen o ver si lo que se va a hacer es viable y cómo. De ese modo, un boceto puede ser un apunte que un pintor hace de forma rápida de algo para "capturar" lo que considera esencial y, si viene al caso, desarrollarlo posteriormente en un dibujo o pintura más elaborado.
Un boceto puede ser también uno de muchos dibujos parciales que un autor hace para luego crear una obra más compleja (por ejemplo, los bocetos de Picasso para el Guernica).
Un boceto es así mismo las cuatro rayas mal pintadas con las que un diseñador o arquitecto intenta poner en claro cómo hará una obra, ya sea por completo o en una de sus partes. Ese mismo boceto puede servir para dar instrucciones a otra persona sobre cómo desarrollar un trabajo.
Al hablar de un dibujo repetitivo, sinónimo de "patrón"; por ejemplo: Un motivo islámico.
La brutalidad de la guerra, el esplendor del militar victorioso y la soledad de la muerte. tres motivos de tres cuadros famosos.
También se llama "motivo" al tema del que trata un dibujo o pintura; por ejemplo: "El motivo principal del cuadro Napoleón cruzando los Alpes, de David, es plasmar el poder y la magnificencia de Napoleón.
Aunque no alcanza el nivel de rivales comerciales como AdobeInDesign, es razonablemente estable, su desarrollo es continuo con versiones en numerosos idiomas y tiene versiones para las principales plataformas informáticas —especialmente Linux, de las que sus rivales comerciales están ausentes—.
Al hablar de imágenes digitales, la resolución suficiente para su óptima reproducción. Es un concepto relativo ya que depende del tamaño al que se pretende reproducir una imagen. Una imagen es de baja resolución si se quiere reproducir muy grande y es de alta resolución si su tamaño de reproducción es pequeño.
Las resoluciones altas y bajas son una relación entre datos disponibles y necesarios.
En imprenta, la idea básica, es que haya como mínimo un píxel por punto de trama al habla de tramas ordenadas (más allá de dos píxeles por punto de trama es innecesario y se desperdicia memoria y capacidad de procesamiento).
La resolución necesaria es la lineatura multiplicada por la raiz cuadrada de dos.
Según esto, la cantidad máxima de píxeles necesarios por puntos de trama es la lineatura dispuesta en ángulo de 45º, que coincide habitualmente con la trama del negro. Como la diagonal de un cuadrado es el valor de un lado multiplicado por la raiz cuadrada de dos, eso quiere decir que la resolución necesaria será la lineatura multiplicada por 1,41 (o 1,5 redondeando mucho).
Así, por ejemplo, una lineatura de 150 lpi necesita imágenes de unos 220 ppp (150 × 1,41 = 211 y 150 × 1,5 = 225).
El problema es que esos valores son muy ajustados y, si hace falta ampliar una imagen algo más, los datos empezarán a ser insuficientes. Por eso es costumbre pedir algo más de la resolución necesaria, para tener margen.
¿Cuál es el tamaño máximo para imprimir esta imagen a 150 lpp?
En la imagen superior se puede ver un ejemplo más concreto: Una imagen de 10 cm de lado que tiene 100 ppp de resolución. Si queremos imprimirla con una lineatura de 150 lpp, ¿cuál será el tamaño máximo al que podremos ponerla? (es decir: ¿Hasta qué tamaño podemos considerarla de alta resolución?).
Respuesta: Si la imagen tiene 100 ppp y 4 pulgadas de tamaño (unos 10 cm.), hay unos 400 píxeles de lado. Si la lineatura deseada es 150 lpp, la resolución óptima mínima es 211 ppp. Si dividimos los píxeles disponibles (400) por los píxeles necesarios (211), eso nos da la distancia disponible para cubrir; es decir: 1,8 pulgadas (unos 4,5 cm.).
Lo dicho más arriba se aplica para las imágenes de más de 1 bit. Para las imágenes de 1 bit o "de línea", la resolución óptima está entre 800 ppp y 1.200 ppp al 100% de tamaño deseado.
Así, por ejemplo, una imagen de línea de 2.000 ppp y 2,5 cm de tamaño (una pulgada aprox.) puede reproducir como alta resolución (800 ppp) hasta a un máximo de dos pulgadas y media (unos 6,35 cm.).
Cualquier valor por encima de los valores calculados aquí son sólo derroche de tiempo de proceso que no resultan en mejor calidad.
En fotografía analógica, el equivalente de alta resolución era "alta definición", expresión que se usaba para imágenes que contenían un gran nivel de detalle. Obviamente esta es una apreciación relativa que depende del detalle usual en un tipo de fotografías dado.
Una composición tipográfica bien realizada tiene varios objetivos, ya que permite comunicar a varios niveles:
El primero y principal es comunicar el sentido directo del texto, facilitando su lectura y comprensión (legibilidad).
Si el texto es complejo, otro objetivo es estructurar los textos para que el lector perciba lo mejor posible la jerarquía y orden de sus componentes (maquetación o diagramación).
En algunos casos, se busca evoca una atmósfera y, llegado el caso, proporciona un mensaje secundario indirecto.
Aunque todo es composición, no es lo mismo componer el cuerpo de texto de una novela clásica de 300 páginas que los titulares de una revista dominical o un reportaje en esta publicación.
Sabiendo qué tipo de texto se tiene, a quién va dirigido y de qué espacio se dispone para él, es una práctica usual preparar una composición con texto falso, que se reemplaza en el momento adecuado cuando se dispone del texto definitivo.
En otro sentido, composición es el nombre que se da a la disposición de elementos en una imagen (fotografía, dibujo, pintura, etc.) y también tiene unos principios básicos.