Técnica fotográfica de postprocesado de las imágenes para simular un aumento del enfoque de las imágenes. Con la máscara de enfoque se buscan las zonas fronterizas entre luces y sombras y se aumentar su diferencia tonal. Al hacerlo, se producen una especie de halos en esos bordes.
Esta técnica se hacía en fotografía analógica colocando encima del negativo original una copia desenfocada y muy tenue del mismo y sacando a continuación una copia del montaje, de ahí su nombre en inglés de máscara de desenfoque (unsharp mask), aparentemente paradójico.
Si el proceso de pseudo enfoque es demasiado intenso, esos halos serán muy visibles y molestos. Además, se producirá una alteración general de la luminosidad y color de otras zonas no limítrofes. Si es demasiado débil, las imágenes carecerán de la definición deseada.
La principal diferencia con el enfoque óptico es que éste se realiza en el momento de la captura de datos (analógicos o digitales) y que, al aumentar, aumenta el número de datos distintos, mientras que la máscara de enfoque sólo es una simulación de enfoque, no hay diferencia en la cantidad de datos entre la imagen enfocada y la previa —de hecho, lo que hay es una manipulación de los existentes.
El funcionamiento de esta técnica se basa en el hecho de que el enfoque aparente de una imagen depende más del contraste de la luminosidad de los elementos en las zonas fronterizas que definen la imagen que de su diferencia cromática, aunque esta sea de colores oponentes como azul-amarillo o verde-rojo.